
Cuando estés solo... tomate unos minutos para mirar tus manos y agradecer que las tienes. Esas manos que nos regalo Dios para que con ellas hagamos, nos comuniquemos, y nos ayudemos a seguir adelante. Esas manos que alguna vez se sintieron seguras dentro de otras más grandes. Esas manos que acariciaron , trabajaron y levantaron a otras mas débiles, ayudaron y alentaron en la derrota , esas manos que abrieron y cerraron puertas, escribieron, jugaron ...
Manos que saludaron, aplaudieron alegres, también se cerraron en dos puños impotentes , esas manos que alguna vez se apretaron con bronca, se escondieron indiferentes, se equivocaron y lastimaron.
Pero hoy, procuremos no hacer daño con tus manos, no usarlas para ofender a otros. Más bien usemos nuestras manos para dar amor, levantar al caído, para servir a nuestro prójimo, y realizar buenas obras con ellas.
Hagamos con nuestras manos lo que haría Jesús con las suyas…
De lo que haya en nuestro corazón, nuestras manos harán
Que estas haciendo con tus manos hoy? Las usas para construir tu vida o destruirla? detente y míralas, extiéndelas al Señor, el te esta esperando!